Novena por la Causa del Padre Emil Kapaun

Las Bienaventuranzas con Emil Kapaun

Por favor, únase a la oración por la Causa del Padre Kapaun del 1o al 9 de junio de 2024, o cuando le sea posible. Primero lea la meditación para el día en particular, luego concluya con la oración por la canonización.

La Historia

Mientras estaba asignado en el Japón antes del estallido de la guerra de Corea, el capellán Emil Kapaun ofreció a sus tropas una serie de programas de radio basados en las Ocho Bienaventuranzas. Dos meses después, él y sus hombres fueron enviados a la defensa de Corea del Sur. Durante el último año de su vida, tanto en el campo de batalla como enfrentándose a un cautiverio inhumano, las acciones del capellán Kapaun demostraron su profunda comprensión y lealtad a las Bienaventuranzas. Aparte del primer día y algunos detalles adicionales, cada una de las reflexiones de esta novena proceden de estos programas de radio.

Día 1: Un hombre de Bienaventuranzas

“Las Bienaventuranzas están en el centro de la predicación de Jesús…. Expresan la vocación de los fieles asociada a la gloria de su Pasión y de su Resurrección; iluminan las acciones y las actitudes características de la vida cristiana; son promesas paradójicas que sostienen la esperanza en las tribulaciones; anuncian las bendiciones y las recompensas ya incoadas; quedan inauguradas en la vida de la Virgen María y de todos los santos.” – Catecismo de la Iglesia Católica, 1716-1717.

Oración por la Canonización:
Señor Jesús, en medio de la locura de la guerra, tu siervo, el capellán Emil Kapaun, se entregó totalmente a tu servicio en los campos de batalla y en los campos de prisioneros de Corea, hasta su muerte a manos de sus captores.

Ahora te pedimos, Señor Jesús, si es tu voluntad, que des a conocer a todo el mundo la santidad del capellán Kapaun y la gloria de su completo sacrificio por ti, con signos de milagros y de paz.

En tu nombre, Señor, te lo pedimos, porque tú eres la fuente de la paz, la fuerza de nuestro servicio a los demás y nuestra esperanza final. Amén. Capellán Kapaun, ¡ruega por nosotros!

Día 2: Dichosos los que tienen espíritu de pobres, porque de ellos es el reino de los cielos

“Si queremos que las gracias de Dios vengan a nosotros, debemos preparar nuestros corazones para ser humildes. Porque Dios es el Dios de los humildes y no de los soberbios. Como un Niño pequeño, eligió venir a este mundo, humilde, pequeño y pobre. Preparemos nuestros corazones para ser humildes, para que el Niño humilde encuentre un hogar verdaderamente humilde en nuestros corazones”. “Vivimos en este mundo simplemente como viajeros que pasan por un hermoso país. Cuando llega la muerte debemos renunciar a todas estas cosas y pasar a nuestro futuro hogar. Un hombre sabio se da cuenta de que las cosas terrenales son preciosas para él, sólo en la medida en que se utilizan para obtener las bendiciones del Cielo. Se da cuenta de que está utilizando los bienes que Dios ha creado.

Oh Dios del Cielo y de la tierra, que nos has puesto en este mundo para que lo usemos adecuada, modesta, humilde y honestamente como un peldaño hacia el Cielo, concédenos que todos apreciemos tus bendiciones y sigamos tu ejemplo.”

Oración por la Canonización:
Señor Jesús, en medio de la locura de la guerra, tu siervo, el capellán Emil Kapaun, se entregó totalmente a tu servicio en los campos de batalla y en los campos de prisioneros de Corea, hasta su muerte a manos de sus captores.

Ahora te pedimos, Señor Jesús, si es tu voluntad, que des a conocer a todo el mundo la santidad del capellán Kapaun y la gloria de su completo sacrificio por ti, con signos de milagros y de paz.

En tu nombre, Señor, te lo pedimos, porque tú eres la fuente de la paz, la fuerza de nuestro servicio a los demás y nuestra esperanza final. Amén. Capellán Kapaun, ¡ruega por nosotros!

Día 3: Dichosos los que sufren, porque serán consolados

“Las personas cuyas ambiciones se circunscriben a los límites de las cosas terrenales se quedarían perplejas ante esta bienaventuranza. Las personas que viven según las enseñanzas de Cristo y siguen su ejemplo no están tristes ni malhumoradas, sino que sienten verdadera alegría y felicidad. Y entremezcladas con su alegría y felicidad pueden tener verdadero dolor por sus pecados y la comprensión de que hay una alegría y felicidad aún mayores por las que luchar.

Incluso la persona santa que vive en verdadera alegría y felicidad, puede tener muchas penas y decepciones. Tal vez en nuestra propia vida, Dios nos dé una buena ración de penas y lamentos. Supliquémosle que nos ayude a llevar esta cruz del dolor en un sentido verdaderamente cristiano, para que un día también nosotros podamos reflexionar con alegría y acción de gracias sobre esta bienaventuranza.”

Oración por la Canonización:
Señor Jesús, en medio de la locura de la guerra, tu siervo, el capellán Emil Kapaun, se entregó totalmente a tu servicio en los campos de batalla y en los campos de prisioneros de Corea, hasta su muerte a manos de sus captores.

Ahora te pedimos, Señor Jesús, si es tu voluntad, que des a conocer a todo el mundo la santidad del capellán Kapaun y la gloria de su completo sacrificio por ti, con signos de milagros y de paz.

En tu nombre, Señor, te lo pedimos, porque tú eres la fuente de la paz, la fuerza de nuestro servicio a los demás y nuestra esperanza final. Amén. Capellán Kapaun, ¡ruega por nosotros!

Día 4: Dichosos los humildes, porque heredarán la tierra prometida

“La humildad incluye la bondad, la consideración y el amor sincero por los demás. Incluye la voluntad para perdonar las injurias y soportar las debilidades y defectos de los demás. Incluye una presencia de ánimo y un porte calmado y siempre sereno.

Algunas personas consideran al hombre humilde como alguien que no lucha por nada, sino que deja que los demás pasen por encima de él; sin embargo, Cristo dijo: «Carguen con mi yugo y aprendan de mí, que soy paciente y humilde de corazón». Uno no toma Su yugo, Sus deberes en la vida, sin una lucha y una batalla.

Para lograr algo bueno, una persona debe esforzarse; y esforzarse es luchar contra los obstáculos. En lugar de ceder a la oposición de aquellos que le odiaban y que odiaban la verdad, Cristo se reafirmó y defendió la verdad hasta el final, su muerte triunfal en la cruz”.

Oración por la Canonización:
Señor Jesús, en medio de la locura de la guerra, tu siervo, el capellán Emil Kapaun, se entregó totalmente a tu servicio en los campos de batalla y en los campos de prisioneros de Corea, hasta su muerte a manos de sus captores.

Ahora te pedimos, Señor Jesús, si es tu voluntad, que des a conocer a todo el mundo la santidad del capellán Kapaun y la gloria de su completo sacrificio por ti, con signos de milagros y de paz.

En tu nombre, Señor, te lo pedimos, porque tú eres la fuente de la paz, la fuerza de nuestro servicio a los demás y nuestra esperanza final. Amén. Capellán Kapaun, ¡ruega por nosotros!

Día 5: Dichosos los que tienen hambre y sed de la justicia, porque serán saciados

“No cabe duda de que en el mundo existen muchas injusticias… Es fácil para nosotros señalar el mal cometido por otras personas y sentir que merecen ser castigadas. Sin embargo, incluso entre nuestros propios amigos, se cometen muchas injusticias, algunas grandes, otras sólo pequeñas, pero a menudo se acusa de maldad a los inocentes y se les castiga por ello.

La gente siempre se ha preguntado por qué Dios permite que muchos inocentes sean tratados injustamente. Dios está al tanto de todas las cosas buenas y de todas las cosas malas que ocurren. Cristo ha garantizado a Sus seguidores que Dios dará completa justicia a todos los hombres. Puede que no imparta esta justicia en este mundo en esta vida, pero la impartirá en la vida después de la tumba.

Incluso Cristo mismo, no culpable de ningún crimen, fue condenado a una muerte brutal y vergonzosa en una cruz. Teniendo esto en cuenta, pidamos a Dios que nos ayude a ser siempre justos, para que un día se nos cumpla la bienaventuranza. «Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados»”.

Oración por la Canonización:
Señor Jesús, en medio de la locura de la guerra, tu siervo, el capellán Emil Kapaun, se entregó totalmente a tu servicio en los campos de batalla y en los campos de prisioneros de Corea, hasta su muerte a manos de sus captores.

Ahora te pedimos, Señor Jesús, si es tu voluntad, que des a conocer a todo el mundo la santidad del capellán Kapaun y la gloria de su completo sacrificio por ti, con signos de milagros y de paz.

En tu nombre, Señor, te lo pedimos, porque tú eres la fuente de la paz, la fuerza de nuestro servicio a los demás y nuestra esperanza final. Amén. Capellán Kapaun, ¡ruega por nosotros!

Día 6: Dichosos los compasivos, porque obtendrán misericordia

“Por amor a los hombres Cristo ha venido a este mundo y por amor a los pecadores, Cristo ha muerto en la cruz. Él espera que la gente también sea misericordiosa, porque podemos perdonar a otros que nos ofenden y nos hacen daño. No hay duda de qué si queremos que Dios perdone nuestros pecados, debemos estar dispuestos a perdonar a nuestro prójimo que nos ha hecho mal.

Dios no quiere hundir al pecador, sino elevarlo a una vida de santidad, amor y fidelidad. Dios quiere que le imitemos en su misericordia y que hagamos lo mismo con nuestro prójimo. Oh Dios misericordioso, ayúdanos a comprender lo que significa ser misericordioso; ayúdanos a aceptar los sufrimientos y las dificultades según Tu Voluntad; ayúdanos a perdonar a los que nos injurian y ofenden; haznos dignos de la recompensa que Tú prometiste: «Dichosos los compasivos, porque obtendrán Misericordia»”.

Oración por la Canonización:
Señor Jesús, en medio de la locura de la guerra, tu siervo, el capellán Emil Kapaun, se entregó totalmente a tu servicio en los campos de batalla y en los campos de prisioneros de Corea, hasta su muerte a manos de sus captores.

Ahora te pedimos, Señor Jesús, si es tu voluntad, que des a conocer a todo el mundo la santidad del capellán Kapaun y la gloria de su completo sacrificio por ti, con signos de milagros y de paz.

En tu nombre, Señor, te lo pedimos, porque tú eres la fuente de la paz, la fuerza de nuestro servicio a los demás y nuestra esperanza final. Amén. Capellán Kapaun, ¡ruega por nosotros!

Día 7: Dichosos los de corazón limpio, porque verán a Dios

“Cristo dijo de los escribas y fariseos: «Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí… Escuchen y entiendan. Lo que entra por la boca no hace impura a la persona; pero lo que sale de la boca, eso es lo que mancha a la persona: lo que sale de la boca sale del corazón, y eso es lo que hace impura a la persona. Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las inmoralidades, los robos, los falsos testimonios, las blasfemias”.

Un corazón puro no se contamina. En el corazón puro está el amor a Dios y al prójimo, una fe verdadera, sólida y sencilla, y una esperanza firme en la bondad de Dios. Una persona que realmente es pura de corazón no participaría en nada que sea impuro e indecente. Una persona nunca será impura a menos que ceda voluntaria y tontamente a las cosas impuras”.

Oración por la Canonización:
Señor Jesús, en medio de la locura de la guerra, tu siervo, el capellán Emil Kapaun, se entregó totalmente a tu servicio en los campos de batalla y en los campos de prisioneros de Corea, hasta su muerte a manos de sus captores.

Ahora te pedimos, Señor Jesús, si es tu voluntad, que des a conocer a todo el mundo la santidad del capellán Kapaun y la gloria de su completo sacrificio por ti, con signos de milagros y de paz.

En tu nombre, Señor, te lo pedimos, porque tú eres la fuente de la paz, la fuerza de nuestro servicio a los demás y nuestra esperanza final. Amén. Capellán Kapaun, ¡ruega por nosotros!

Día 8: Dichosos los que trabajan por la paz, porque Dios los llamará hijos suyos

“La paz que Dios da, es un don que existe incluso en el sufrimiento, en la necesidad o incluso en tiempo de guerra. Las personas que tratan de promover la paz y el amor entre sus semejantes son pacificadores, en el verdadero sentido de la palabra. Y las personas que tratan de llevar la paz de Dios a las almas son pacificadores de un orden superior. Estas personas son las que dedican su vida a enseñar las verdades de Dios y a conducir a las almas a Dios con el buen ejemplo. Todos nosotros podemos llevar a otros a Dios dando buen ejemplo”.

Oración por la Canonización:
Señor Jesús, en medio de la locura de la guerra, tu siervo, el capellán Emil Kapaun, se entregó totalmente a tu servicio en los campos de batalla y en los campos de prisioneros de Corea, hasta su muerte a manos de sus captores.

Ahora te pedimos, Señor Jesús, si es tu voluntad, que des a conocer a todo el mundo la santidad del capellán Kapaun y la gloria de su completo sacrificio por ti, con signos de milagros y de paz.

En tu nombre, Señor, te lo pedimos, porque tú eres la fuente de la paz, la fuerza de nuestro servicio a los demás y nuestra esperanza final. Amén. Capellán Kapaun, ¡ruega por nosotros!

Día 9: Dichosos los perseguidos por causa del bien, porque de ellos es el Reino de los Cielos

“En los primeros tiempos de la Iglesia, los funcionarios del Imperio Romano les daban una oportunidad a los cristianos para elegir entre renunciar a su fe cristiana o ser ejecutados. Los mártires no renunciaban a su fe, por lo que murieron, aunque fueran inocentes de cualquier delito. En los últimos años, ha ocurrido lo mismo. Los cristianos que intentan practicar su fe y permanecer fieles a ella se ven perseguidos y condenados al destierro por personas opuestas a la fe cristiana.

Sin duda, podemos esperar que en nuestras propias vidas llegue un día en que tengamos que elegir entre ser leales a la verdadera fe o rendir homenaje a algo que se opone a nuestra fe o no está en alianza con ella. Oh Dios, te pedimos que nos des el valor de ser siempre fieles a Ti”.

Oración por la Canonización:
Señor Jesús, en medio de la locura de la guerra, tu siervo, el capellán Emil Kapaun, se entregó totalmente a tu servicio en los campos de batalla y en los campos de prisioneros de Corea, hasta su muerte a manos de sus captores.

Ahora te pedimos, Señor Jesús, si es tu voluntad, que des a conocer a todo el mundo la santidad del capellán Kapaun y la gloria de su completo sacrificio por ti, con signos de milagros y de paz.

En tu nombre, Señor, te lo pedimos, porque tú eres la fuente de la paz, la fuerza de nuestro servicio a los demás y nuestra esperanza final. Amén. Capellán Kapaun, ¡ruega por nosotros!